Un poco menos de gravedad

La velocidad a la que respiro me hacen dejar de lado las cosas, el movimiento constante de los miembros inferiores de un lugar a otro me producen reproches… y pa’ sumarle, en ocasiones me descubro distante con un dejo de crueldad. No me es tan raro que uno u otro termine desilusionado por mi falta de consideración. No hay ninguna excusa.

De repente me gusta perderme, irme a algún lugar distante pa’ evitar el contestar preguntas incomodas y estupidamente innecesarias por lo pesadas, que aferran los pies al suelo. Tirar humo sin pensar la chinga que le estoy metiendo a los pulmones de los demás, disfrutar el placer del tar íntimamente. Detener el carro en algún lugar de alguna carretera que va a algún lado, y que se toma por el mero gusto de no tener dirección, conformándose con esa breve fuga. Saber que si regresas o sigues es por que así lo quieres y sentirse ligero por eso. Pensar en las cosas mas vanales y pendejas, dejar suelta la mente pa que vagabundee por donde se le antoje. No salir de tu casa 1 día entero sin hacer ni recibir llamadas, vistiendo una bata estilo “Mauricio Garcés”, libre de usar el tiempo como mas plazca. Solo la vida en su pureza más simple y uno en la falta de urgencia más extrema…

Al que no le guste desaparecer de vez en cuando no le creo que sea humano.