
Pues sí, salir de la cantina más distante,
sin un quinto y la brújula voltiada,
sin cigarros y las llaves que no encuentras,
agarrar camino con el estéreo a todo volumen,
pensando en tu mujer bajo las cobijas,
dormida y ausente a tu briago corazón;
y ai vas, como loquito,
esquivando fantasmas y policías,
presto pa llegar pronto a casa
lo más pronto posible; y luego llegar
y no atinarle a la cerradura que se mueve,
y subir las escaleras con el menor ruido,
maldesvestirte y arrimarte como si nada,
tirando verbos, historias y evangelios,
dando besitos de cariño, besitos deadeveras,
y tu morrita, con toda la paciencia del mundo,
porque te ama, porque te conoce, porque se conoce,
voltea con la somnolienta mirada de una reina
y te dice: ¡ya duérmete, cabrón!
Roberto Castillo Odiarte
Elamoroso guaguaguá
1 Comments:
joé que belleza...
y yo acá con las manos en el teclado.
(?)
saludotesss
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